stas palabras han sido utilizadas por los miembros directivos de los testigos de Jehová para crear un estado de expectativa continuo en sus miembros durante los últimos cuarenta y seis años, a tal grado, que hasta finales de 1995, (81 años después de finalizar el 'tiempo de las naciones o gentiles' y del comienzo de la 'presencia' invisible y 'reinado' de Cristo en el cielo), estuvieron citando hasta la saciedad de dichas palabras, con objeto de mantener la creencia de la inminencia de la llegada del fin, y un sentido de urgencia en relación con la predicación, tal como la conciben y explican los testigos de Jehová en sus publicaciones.
De hecho, se ha llegado a decir que 'una manera de continuar sirviendo a Jehová de toda alma, que sea segura y además cuente con su aprobación' es: "Tener en lo más profundo del corazón un verdadero sentido de urgencia." ()
Para crear y mantener este sentido de urgencia, los testigos de Jehová no se han valido exclusivamente de textos bíblicos en los que se habla de mantenerse despiertos y activos, sino que, no pareciéndoles suficientes las palabras de advertencia de Jesucristo, han recurrido a interpretaciones y aplicaciones enrevesadas y forzadas de pasajes, relatos y supuestos paralelos proféticos, con tal de hacer creer que la venida del fin de este sistema de cosas, era un asunto de días ó meses, no años, como llegaron a afirmar en una revista que después analizaremos.
Como hemos visto a lo largo de éste libro, los testigos de Jehová, a menudo han señalado que la profecía de Cristo tendría dos aplicaciones: Primero, entre 33 E.C. y la destrucción de Jerusalén en 70 E.C.; segundo, un cumplimiento mayor en este 'tiempo del fin' desde 1914 E.C.
Y aquí introducen su extraordinaria interpretación de Mateo 24:34, cuando Jesucristo afirma:
"En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas."
¿Qué quiso decir Jesús con esas palabras? ¿Estaba estableciendo un periodo señalado, 'con un principio definido' y un fin limitado a la duración de una generación de personas, como dijeron en el libro La Verdad? Y, ¿a qué 'generación' se estaba refiriendo Jesús?
En esta serie de cábalas y acertijos se han movido los dirigentes de los testigos de Jehová durante éste siglo XX, con la grave responsabilidad de haber envuelto a millones de personas, en una serie de creencias y formas de actuar, que, bajo el pretexto de aparentar una forma de adoración denominada cristianismo, lo único que han conseguido es, el sustituir a Jesús de la cabeza y dirección de personas bienintencionadas que forman su pueblo, y moverlos a engrandecer el poder económico de una sociedad anónima denominada WATCHTOWER BIBLE AND TRACT.
Independientemente de las intenciones de los dirigentes de ésta Sociedad, la triste realidad es que, por cumplir con las interpretaciones emanadas de estos dirigentes, muchos individuos han muerto, muchos han sido torturados, muchos han pasado largas temporadas en las cárceles, muchos matrimonios se han disuelto, y muchas personas han sacrificado sus trabajos, estudios y su posición, en aras de unas esperanzas que no se han cumplido.
Empero, con relación al cumplimiento inmediato de las palabras de Jesús, los testigos de Jehová no han tenido nunca dudas. Ellos dicen: "Jesús de ninguna manera estaba apartándose del uso que le había dado a la expresión "esta generación", con la que se refirió invariablemente a las muchedumbres de su día y a sus 'guías ciegos', que juntos componían la nación judía." ()
Por lo tanto, los dirigentes siempre han creído que las palabras de Jesús tuvieron cumplimiento en la 'generación' de su día que le escuchaba o que les rechazaba. El problema se crea cuando utilizan la famosa 'doble proyección' de la que son hábiles expertos, para buscar un segundo cumplimiento a los acontecimientos profetizados y sucedidos sobre cierta época en particular. El problema se crea cuando afirman que los sucesos ocurridos de 33 E.C. a 70 E.C. tiene una correspondencia con los sucesos ocurridos desde 1914 E.C. en adelante, y que la 'generación' que vio dichos sucesos corresponde con la que verá los actuales desde ese año en adelante.
Ya dije en el primer capítulo, que las palabras recogidas del libro La Verdad que lleva a Vida Eterna, con respecto a la cercanía del fin, me resultaron fascinantes. Esas palabras que también fueron recogidas en La Atalaya del 15 de julio de 1969, pág. 421, razonaban: "Personas nacidas hasta cincuenta años atrás [los nacidos en 1919] no podrían ver "todas estas cosas". (gr. panta tauta). Vinieron a la escena después que los acontecimientos predichos ya habían comenzado." Y añadían con verdadero sentido de urgencia:
"Algunas de estas personas todavía estarán vivas cuando venga el fin de este sistema inicuo y lo verán. ¡Eso significa que solo queda muy poco tiempo antes de que venga el fin! [y citaban de Sal 90:10.]. De modo que ahora es el tiempo para tomar acción urgente si usted no quiere ser barrido con este sistema inicuo."
El problema es: ¿Qué entendemos por el término 'generación'?
En un principio, los Testigos eran muy dogmáticos en sus interpretaciones sobre esta palabra. En La Atalaya del 1 de Julio de 1.951, ligaron la cuestión referente a 'esta generación' a 1.914 del siguiente modo:
"El significado actual de esas palabras más allá de toda duda es de que corresponde a una generación en el sentido ordinario de la palabra, tal como en Marcos 8:12 y en Hechos 13:36, o aplicable a aquellas personas que viven en un periodo determinado."
Como se ve, no tenían el más mínimo atisbo de duda de que el término se utiliza en sentido ordinario, es decir, que aplica a personas que viven en un periodo determinado.
En realidad, este es el uso normal del término 'generación'. Según el Diccionario de la Lengua Española. 21 edición, el término 'generación' se define como: [...] 3. Sucesión de descendiente en línea recta. 4. Conjunto de todos los vivientes coetáneos. La Generación presente. La Generación futura. 5. Conjunto de personas que por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos.
Y en relación con la palabra griega para 'generación', (gr. "he gueneá háuté"), muchos doctos se han pronunciado, y los dirigentes de los testigos de Jehová han citado de ellos en repetidas ocasiones. He aquí algunos ejemplos:
(A Greek-English Lexicon of the New Testament, de la 5 edición de Walter Bauer, 1958.) "Lit[eralmente], los descendientes del mismo antepasado. [...] La suma total de los que nacieron al mismo tiempo, que se extiende para incluir a todos los que viven en cierto tiempo con relación a una generación, contemporáneos." (Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de W.E.Vine). "Aquello que ha sido engendrado, una familia; [...] miembros sucesivos de una genealogía, [...] o una raza de gentes, [...] o de toda la multitud de personas viviendo en el mismo periodo; () y especialmente de aquellos miembros de la raza judía viviendo en la misma época." (Greek-English Lexicon of the New Testament, de J.H.Tayer.) "Aquello que ha sido engendrado, hombres del mismo linaje, una familia; [...] toda la multitud de personas viviendo en el mismo periodo; () utilizado esp[ecialmente] con respecto a los miembros de la raza judía viviendo en la misma época." (The New International Dictionary of New Testamento Theology), "los que nacieron al mismo tiempo"
Un diccionario teológico apoya ésta definición al comentar: "Jesús emplea el término 'generación' para expresar su propósito abarcador: se refiere a toda la gente y es consciente de su solidaridad en el pecado".(Theological Dictionary of the New Testament [1964]).
Partiendo de estas premisas, la expresión "generación" es utilizada en general para denominar, como dice nuestro Diccionario, al conjunto de personas que por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos.
Son dos, pues, los limitadores de una generación: el tiempo y el comportamiento; tienen que haber nacido en la misma época, en el mismo tiempo, y tienen que tener un comportamiento afín.
Al existir estos dos baremos, los dirigentes de los testigos de Jehová han rebuscado detalles característicos y afines de la generación de 1914, en libros y revistas populares ajenos a ellos, que han tratado de estos temas. Por supuesto, no han utilizado la uniformidad, y no han sido honrados a la hora de dar su versión, pues mientras hasta 1984 citaban de unos Diccionarios que recalcaban una cosa, ahora citan de otros Diccionarios y recalcan frases que destacan otra. Este es el proceder que han seguido con el libro The Generation of 1914 de Robert Wohl. El significativo tema que lleva, atrapó en su día a los publicadores de la Atalaya, que han citado prolíficamente de él. Estas son frases del mismo:
"Una generación en sentido histórico no se define de acuerdo con sus límites o lindes cronológicos. No se trata de una zona de fechas [...] Es más bien como un campo magnético en cuyo centro yace cierta experiencia o una serie de experiencias. [...] Para que se desarrolle la conciencia de pertenecer a cierta generación, lo esencial es algún punto de referencia común que resulte en un sentido de ruptura con relación al pasado [...] Dicho punto de referencia siempre proviene de grandes sucesos históricos, como guerras, revoluciones, plagas, hambres y crisis económicas. [La I Guerra Mundial creó]... un abrumador sentido de ruptura con el pasado. Los que sobrevivieron a la guerra jamás pudieron deshacerse de la idea de que en agosto de 1914 un mundo había terminado y otro había empezado."
Pues bien, en 1981 (vea La Atalaya del 1 de abril de 1981, pág. 30.) citaron del último capítulo de dicho libro, donde se sugiere que las generaciones no se pueden definir matemáticamente en términos de cantidades de años, sino que se agrupan en torno a crisis históricas importantes, y en 1984 se ratificaron en este punto, y destacaron que 'lo esencial es algún punto de referencia común que resulte en un sentido de ruptura con relación al pasado, y en estas definiciones se incluyen tanto a los que nacieron alrededor del tiempo de un suceso histórico [1914] como a todos los que vivieron en dicho tiempo'. Esto les llevó a comentar conclusivamente: "Esto armoniza muy bien con el punto de vista bíblico que los testigos de Jehová adoptan con relación a 'la generación de 1914.'"
Con esta idea de fondo, en la portada de La Atalaya del 15 de mayo de 1984, con el tema: "1914, la generación que no pasará." recogieron una fotografía de un grupo de 16 personas de 70 a 90 años en el momento de su publicación. En su contenido, hicieron un extenso uso del libro de Robert Wohl, que utilizaron para hacer declaraciones como las siguientes:
"Jesús usó la palabra 'generación' muchas veces en diferentes contextos y en diferentes sentidos. Pero, ¿qué quiso decir cuando habló de una 'generación que no pasará'? Hay quienes han interpretado que 'generación' se refiere a un periodo de 30, 40, 70 o hasta 120 años. Pero una generación en realidad tiene que ver con personas y sucesos, más bien que con una cantidad fija de años. [...] En estas definiciones se incluyen tanto a los que nacieron alrededor del tiempo de un suceso histórico como a todos los que vivieron en dicho tiempo. Si Jesús usó la palabra 'generación' en dicho sentido y la aplicamos a 1914, entonces los infantes de aquella generación tienen 70 años de edad o más ahora. Y otros que estaban vivos en 1914 tienen más de ochenta o noventa años de edad ahora, y hay algunos que hasta han alcanzado los cien años de edad. Aún viven muchos millones de personas de aquella generación. Algunas de ellas 'no pasarán de ningún modo hasta que sucedan todas las cosas'. (Lucas 21:32.)" [pág. 5]
Así, descartaban la idea de delimitar a la generación por un número fijo de a os, pero establecieron que esta definición aplicaba a los que nacieron antes de la I Guerra Mundial, como a todos los que vivieron en dicho tiempo. Por eso, en pág. 7 de éste número, reflejaron la imagen de unos padres con cuatro hijos con el siguiente encabezamiento: "USTED, JUNTO CON LOS SOBREVIVIENTES DE LA GENERACIóN DE 1914, PUEDE LLEGAR A VER UN NUEVO ORDEN."
No tenían dudas. Por eso, es inaudito observar el cambio que se han visto obligados a hacer, pues olvidando todo lo dicho hasta ese momento, en La Atalaya del 1 de noviembre de 1995, pág. 18, han vuelto a citar literalmente del libro The Generation of 1914, pero esta vez de las siguientes frases: "Los que sobrevivieron a la guerra jamás pudieron deshacerse de la idea de que en agosto de 1914 un mundo había terminado y otro había empezado."
Y sentencian: "Estas palabras son muy ciertas y ponen de relieve la clave de la cuestión."
La manipulación es evidente. ¡Por fin han encontrado "la clave de la cuestión!" Antes, citando de una parte del libro, decían que las generaciones no se pueden definir matemáticamente en términos de cantidades de años, sino que se agrupan en torno a crisis históricas importantes, y que esto 'armonizaba muy bien con el punto de vista que los testigos de Jehová' adoptaban en 1981. Se alaban a la I Guerra Mundial como tal evento importante, y a la generación que pudo percibir tal evento como la que vería el final.
Ahora enfatizan el impacto o impresión que ha tenido sobre la humanidad lo que ocurrió en 1914. El inicio de la generación no es el haber nacido en torno a 1914, sino en la impresión que quedó marcada en la mente de las personas de que 'en agosto de 1914 un mundo había terminado y otro había empezado.' De esta manera, 'alargan' la generación de forma indefinida, pues esa impresión pudo quedar en personas que nacieron en 1914, o en 1920, o en 1930, ó en 1945, etc.
No es extra o que a una idea tan brillante la alaben diciendo: "la clave de..."
¿Por qué esa 'clave' no fue descubierta en 1981? ¿O en 1984? ¿Por qué 'lo esencial' ha dejado de serlo, y ahora la 'clave' está en palabras distintas del mismo libro? ¿Cómo es posible que 'la clave de la cuestión' la tenga una persona que no es testigo de Jehová? ¿Cómo es posible que un hombre respaldado por la sabiduría de este mundo que es necedad para con Dios, conozca esas claves antes que los testigos?
Y es que igual que manipulan Diccionarios con objeto de recalcar palabras y frases que concuerdan con su verdad actual, también se atreven a manipular citas de libros seglares con temas llamativos, para dar respaldo a dichas ideas
El caso es que si aceptamos la doble proyección de Mt 24:34, y entendemos que la expresión 'generación' comprende la duración de un ser humano de término medio, las palabras del Salmo 90:10, eran las más apropiadas para convencer de este asunto a sus adeptos, pues allí, el salmista reconoce: "En sí mismos los días de nuestros a os son setenta a os; y si debido a poderío especial son ochenta a os." Así, 70 u 80 años es el término medio actual de una generación. Es por esto, que las expectativas de los testigos eran las de creer que la 'generación' que nació en torno a 1914, estaría viva para ver el fin.
Empero, ya habían teorizado con anterioridad, la probable duración de una 'generación' cuando dijeron en La Atalaya del 15 de febrero de 1968, pág. 111, lo siguiente: "Según el Salmo 90:10, esa duración de vida podría ser de setenta año o hasta de ochenta años," refiriéndose a la 'generación' que componían las personas que pudieron observar aquella guerra y las otras cosas que han ocurrido desde 1914 en adelante.
El caso es que como su creencia era que en 1975 finalizaban los 6.000 años de historia de la humanidad, esto cuadraba con sus pretensiones de que en la década de los setenta, era muy probable que las profecías de la 'generación' tuvieran cumplimiento.
Un cálculo sencillo muestra que los ochenta años desde el año 1914 nos lleva al año 1994. Sin embargo, nada pasó ese año. Por eso la Sociedad se vio en la necesidad de cambiar este entendimiento y finalmente lo publicó en la revista La Atalaya, 1 de noviembre de 1995. Ningún 'espíritu santo' les dio una nueva luz. La necedad de tal teoría y el paso del tiempo les llevó a cambiar de 'sintonía'.
Pero tenían otro problema: ¿A qué generación concretamente se refería Jesús? ¿A la que nació en 1914? ¿La que nació 10 años antes? ¿Quince? ¿Veinte? En los pasados cuarenta años, a medida que la fecha se fue alejando cada vez mas de sus previsiones, la organización comenzó a modificar su significado. ¡Despertad! del 8 de abril de 1969, pág. 13, 14, discutió el tema sobre la fecha probable del comienzo de dicha 'generación' con los siguientes argumentos:
"Jesús obviamente hablaba en cuanto a los que tuviesen suficiente edad para presenciar con entendimiento lo que aconteció al comenzar los "últimos días". Jesús dijo que algunas de aquellas personas estarían vivas cuando Dios le pusiera fin a este sistema. Aunque supongamos que jovencitos de 15 años de edad tuviesen suficiente percepción para comprender la importancia de lo que sucedió en 1914, esto todavía haría al mas joven de 'esta generación' de unos 70 años de edad en la actualidad. De modo que la gran mayoría de la generación a la que Jesús se refirió ya ha muerto. Los que quedan se están acercando a la vejez. Y recuerde, Jesús dijo que el fin de este mundo inicuo vendría antes de que esta generación muriera. Esto indica que los a os que quedan antes de que venga el fin no pueden ser muchos."
Observe el uso de la expresión ""obviamente" para interpretar el sentido de las palabras de Jesús. Su interpretación y entendimiento sobre la duración de una 'generación' tenía unos límites establecidos: partían de una fecha inconcreta, pero siempre anterior a 1914, razonando que en dicha fecha, personas de por lo menos 15 años, que entendían lo que iba a suceder "al comenzar a suceder estas cosas", serían las personas que verían el fin.
Pero aquí se les escapaba un matiz: para ver con entendimiento un asunto, debe existir un conocimiento previo del mismo por parte del testigo de dicho acontecimiento, es decir, la persona que contemplaba lo sucedido en 1914, debería saber por qué razón sucedía lo que estaba sucediendo, qué significado tenía todo aquello, pues de otra manera, de nada servía ser testigo de ello.
Sólo los 15 ó 20 mil seguidores de Russell del período anterior a 1914 podían con propiedad entender aquello, y por tanto, sólo ellos podían ser los componentes de la generación que iban a ver el principio y el fin, por que sólo ellos, habían visto con entendimiento lo ocurrido desde 1914 en adelante. Esta explicación, lógica consecuencia de seguir su hermenéutica, era acariciada por algunos de los componentes del Cuerpo Gobernante, y de hecho, en algunas conferencias, expresaron tal punto de vista de modo sutil, aunque posteriormente corrigieron su posición, pues ésta les llevaba a navegar sobre un río peligroso.
Por eso, continuaban con esta primera pretensión, de que personas con entendimiento que vieron el comienzo de las profecías (jóvenes de 15 a os ó más), verían el final. Conforme avanzaba el tiempo, al comprobar que no sucedía lo que estaban pronosticando, comenzaron a modificar tales términos con objeto de 'alargar' un poco la generación.
Diez años después, en la Pregunta de los Lectores de La Atalaya del 1 de Enero de 1979, pág. 30, (ya la 'generación' nacida en 1914 tenía 60 años) comenzaron a corregir diciendo:
"...en lo que tiene que ver con la aplicación en nuestro tiempo, es lógico que la aplicación no aplicaría a infantes nacidos durante la I Guerra Mundial. Aplica a los seguidores de Cristo y otras personas que pudieron observar aquella guerra y las otras cosas que han ocurrido en cumplimiento de la señal compuesta de Jesús."
Aunque descartaba por ilógico la aplicación de tal término a "infantes nacidos durante la I Guerra Mundial", dejaron de hablar de personas con entendimiento, y comenzaron a hablar de personas que pudieron observar lo que ocurrió en 1914. Esto alargaba un poco la duración de la 'generación', pues todos comprendemos que la mera observación de un hecho difiere considerablemente de observar con entendimiento.
¿Con cuánta edad puede una persona 'observar' un acontecimiento y que éste le quede gravado en su mente? En La Atalaya del 1 de abril de 1981, revela la dirección interpretativa en que se movían 67 años después de 1914, en su afán por definir y concretar quién era 'esta generación'.
Literalmente dice:
"Como se indicó en un artículo de la página 56 de U.S News & World Report del 14 de enero de 1980: "Si se da por sentado que un suceso crea una impresión duradera en la mente de alguien cuando esa persona tiene 10 años de edad," entonces existen actualmente más de 13 millones de estadounidenses que pueden "recordar la I Guerra Mundial."
En La Atalaya del 1 de Abril de 1981, dieron la clave cuando citando de la revista U.S.News & World Report, dijeron que con diez años de edad los eventos comienzan a crear una impresión duradera en la mente de alguien.
Finalmente La Atalaya de 15 de mayo de 1984 (pág. 4-7), se posicionó, y, mediante el uso de ciertas definiciones (que se encuentran en los trabajos de eruditos de la Cristiandad), afirmó:
En estas definiciones se incluye tanto a los que nacieron alrededor del tiempo de un suceso histórico como a todos los que vivieron en dicho tiempo. Si Jesús usó la palabra "generación" en dicho sentido y la aplicamos a 1914, entonces los infantes de aquella generación tienen 70 años de edad o más ahora.
Lo ilógico se volvió lógico. Lo "obvio" dejó de serlo. El intento por calcular exactamente cuánto duraría 'ésta generación' era evidente. La manipulación a que estuvo sometido el colectivo de testigos de Jehová durante todos esos a os, tiene poco que discutir.
Curiosamente, en La Atalaya del 1 de Enero de 1979, habían dado una buena puntada a esta idea, pues después de decir:
"Jesús no animó a sus seguidores a tratar de calcular exactamente cuánto dura esta 'generación.'
Añadieron presuntuosamente:
"Y si el sistema inicuo sobreviviera hasta principios del próximo siglo, lo cual es poco probable en vista de las tendencias mundiales y el cumplimiento de la profecía bíblica, aún habría sobrevivientes de la generación de la I Guerra Mundial."
Así, con estas escuetas declaraciones, no sólo desanimaban a sus adeptos el hacer cálculos de cuanto dura una 'generación', (que esto es asunto del esclavo fiel y discreto con su Cuerpo Gobernante a la cabeza), sino que además, vaticinaban que no llegaríamos al año 2.000, y que aunque llegáramos, todavía estábamos dentro de la 'generación' pues "aún habría sobrevivientes de la generación de la I Guerra Mundial."
A pesar de esto, ellos jugaban con unos márgenes pequeños, que creaban expectativas emocionantes. ¡LA DéCADA DE LOS 70! En dicha década, era muy probable que todo lo dicho se cumpliera, y había que mantener el 'caldo' de cultivo bien caliente, con frases y términos que mantuvieran 'hirviendo' su actividad incesante de visitar los hogares con su mensaje, volver a visitar a los interesados, conducir estudios bíblicos, y asistir a todas las reuniones y asambleas, sobre todo, después del fracaso de 1975.
De todas formas, la incomodidad se hacía manifiesta. Tal como razona Raymond Franz, en su libro Crisis de Conciencia, pág. 251:
"El largo de la generación del 1914 estaba probando ser como un diván que es muy corto para ser confortable, y los razonamientos que se usaban para cubrir ese "diván" doctrinal eran como una sábana tejida que es muy estrecha, incapaz de resguardar en este caso, de los hechos fríos de la realidad."
Jesucristo había dicho: "Pero al comenzar a suceder estas cosas, [en 1914] levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca". "Así también ustedes, cuando vean suceder estas cosas, [desde 1914 en adelante] sepan que el reino de Dios está cerca."
El vacío argumental que se les presentaba en ese momento era, ¿qué eran 'las cosas' que sus discípulos tenían que "ver" para levantarse erguidos? ¿Eran las 'cosas' que comenzaron a suceder en 1914? quién se iba a 'levantar erguido' en 1914? ¿Quién iba a 'ver estas cosas'? ¿Niños de 10 años? ¿Adolescentes de 20? ¿O personas de 50 años? ¿A quién aplicarían las palabras de Mateo en lo referente a la 'generación' que viviera durante el tiempo del fin? ¿Aplicaban en realidad a personas que vivían en 1914, queriendo decir que el desenlace final era inminente y personas que contemplaban "esas cosas" tendrían la oportunidad de ver el fin?
Esta inquietud "entrelíneas", palpable a través de los años, llevó en 1980, a que los Miembros del Comité de Presidencia del Cuerpo Gobernante, elaboraran y presentaran un documento en donde planteaban, si se hubiera aceptado tal razonamiento, que el inicio de esta generación no ocurrió en 1914, sino en 1957, cuando la Unión Soviética lanzó al espacio el primer Sputnik!, tal como revela Raymond Franz en Crisis de Conciencia.
Este problema lo han resuelto recientemente, pues en La Atalaya del 15 de febrero de 1994, pág. 21#25, han resituado el cumplimiento de éstas palabras, y las han trasladado hacía el futuro. Efectivamente, en dicha revista, después de hablar de la 'gran tribulación', dicen: "Continúe beneficiándose de la enseñanza divina para que pueda responder al cumplimiento futuro de...," y citan de Lucas 21:28.
Pero la década de los 70 pasó sin que el 'fin' llegara. Si a un Testigo, se le hubiera ocurrido aplicar Lucas 21:28 al futuro, y enseñar lo que ahora enseñan con respecto a la 'generación', se le habría expulsado de inmediato. No es extraño que durante los años 1977 y 1978, la cifra de testigos de Jehová que informaron actividad se rebajara considerablemente, como consecuencia del desbarajuste doctrinal que estaba ocurriendo, y del nuevo error profético relacionado con 1975.
Empero, los componentes del Cuerpo Gobernante no suelen decaer en su empeño de especular. Después del fracaso de 1975, la cuestión que se les planteaba en ese momento de confusión y disminución de la actividad, era, ¿cómo mantener la expectativa sobre la inminencia del 'fin'? ¿Cómo seguir utilizando las palabras de Jesús sobre la 'generación' para mantener las expectativas?
Y comenzaron a utilizar dos tácticas: la primera tuvo que ver con una ventana que habían dejado abierta en 1969. En La Atalaya del 1 de septiembre de 1969, pág. 19, habían dicho:
"No necesariamente quiere decir que 1975 marca el fin de los primeros 6.000 años del séptimo día creativo de Jehová. Por qué no? Porque después de su creación Adán vivió algún tiempo durante el 'día sexto', la cual cantidad de tiempo desconocida tendría que restarse de los 930 años de Adán, para determinar cuándo terminó el sexto periodo o 'día' de siete mil años, y cuánto tiempo vivió Adán en el día séptimo."
Es decir, en 1975 finalizaban seis mil años desde que Jehová creó a Adán, pero el día de descanso no comenzó cuando se creó a Adán, sino cuando se creó a Eva. ¿Cuánto tiempo transcurrió desde un hecho al otro?
Y la segunda: hacer un seguimiento a la generación de 1914, utilizando estadísticas, datos, indicios y palabras sobre las personas que iban quedando vivas, recordando cuántos años habían transcurrido, que mantuvieran en vilo y expectativa a los adeptos, hasta que finalmente se encontrara otra explicación o aplicación a Mt 24:34, que eliminara la incomodidad con que se estaban moviendo desde 1975 en adelante.
En cuanto a la primera especulación; cuánto tiempo transcurrió entre la creación de Adán y la de Eva, La Atalaya del 15 de septiembre de 1968, pág. 559, había teorizado:
"Puesto que también era el propósito de Jehová que el hombre se multiplicara y llenara la Tierra, es lógico que crearía a Eva poco después de Adán, quizás solo unas cuantas semanas o meses después del mismo año..."
La Atalaya del 1 de septiembre de 1969, pág. 19, añadió en el párrafo 30:
"...el fin de ese sexto 'día' creativo podría terminar dentro del mismo año civil gregoriano en que fue creado Adán. Quizás implique sólo una diferencia de semanas o meses, no años."
¿En qué se basaban para hacer tal afirmación? Observe como siguen teorizando al decir:
"...no tuvo necesariamente que haber sido un tiempo largo. Pudo haber sido un tiempo bastante corto. El dar nombre Adán a los animales, y el descubrir que no había complemento para él mismo, no requería mucho tiempo. Los animales estaban en sujeción a Adán; eran pacíficos; venían según los dirigía Dios; no era necesario perseguirlos ni atraparlos. Noé solo necesitó siete días para introducir en el Arca los mismos géneros de animales, macho y hembra. (Gén. 7:1-4) La creación de Eva se llevó a cabo rápidamente, 'mientras dormía Adán.' (Gén. 2:21) De modo que el lapso de tiempo entre la creación de Adán y el fin del sexto día creativo, aunque no se sabe, fue un periodo de tiempo comparativamente corto." [Pág. 20&33.]
Cuando transcurrió 1975 sin que sucediera nada, y se dieron cuenta que la afirmación: "Quizás implique sólo una diferencia de semanas o meses, no años," perdía sentido, reexaminaron esta doctrina sacada de su imaginación, y en La Atalaya del 1 de Diciembre de 1976, volvieron a considerar el tema, con la pregunta: Cuánto tiempo transcurrió entre la creación del hombre y la de la mujer?
Y aunque afirmaron: "La Biblia no revela esto. Pudo haber sido un tiempo relativamente corto," [724&19] añadieron cinco razones por las que sus adeptos deberían modificar su idea anterior y pensar que ese tiempo pudo ser largo. Entre ellas:
La enorme curiosidad que Adán sentiría, pues todo lo que veía y hacía era nuevo para él, " Cuánto tiempo se le permitiría para satisfacer esa curiosidad...?" [724&20.]
El hogar edénico no era precisamente pequeño, por lo que "se habría necesitado tiempo para que Adán se pusiera a explorar todo esto a fin de familiarizarse con la zona" [724&21.]
Era apropiado que Adán consiguiera considerable conocimiento y experiencia para contestar las preguntas de su cónyuge, "lo cual acrecentaría el respeto que ella le tendría a él como su cabeza informado." [725&22]
Adán tenía que poner nombre a los animales. Esta era una labor compleja, pues "no exige que pensemos que Dios simplemente reunió a todos los animales y aves en un grupo grande y entonces hizo que fueran desfilando enfrente de Adán mientras él rápidamente les iba poniendo nombre, uno por uno. [...] no podemos excluir la posibilidad de que el que Dios 'trajera' estas criaturas a Adán haya envuelto el que se acercaran suficientemente a él como para permitirle a Adán estudiarlas por un tiempo, observar sus hábitos y estructura característicos, y entonces escoger un nombre que fuese especialmente apto para cada uno." [725&24.]
La expresión de Adán: "Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne." (Gén. 2:23) "podría indicar que él había esperado por algún tiempo recibir su deleitable correspondencia humana." [725&24.]