anonymous
2009-01-30 04:12:58 UTC
Después que Darwin presentó la suposición de que el ser humano (es el resultado) de la evolución a partir de monos antropomorfos en su libro "El Origen de las Especies", empezó a buscar fósiles que apoyen ese argumento. Sin embargo, algunos evolucionistas creían que no sólo en los registros fósiles se iban a encontrar criaturas "semimonos semihumanas", sino que también se las encontraría con vida en distintas partes del mundo. A principios del siglo ** la búsqueda de "vínculos transitorios vivientes" condujo a incidentes desafortunados, siendo uno de los más crueles el sucedido a un pigmeo llamado Ota Benga, capturado en 1904 por un investigador evolucionista en el Congo. En el idioma nativo el nombre del pigmeo significa "amigo". Éste tenía una esposa y dos hijos. Fue llevado a Norteamérica encadenado y en una jaula, donde los científicos evolucionistas lo exhibieron al público en la Feria Mundial de San Luis junto a una especie de monos, y lo presentaron como el "eslabón transitorio más cercano al ser humano". Dos años después llevaron al pigmeo al Zoológico del Bronx en Nueva York, donde junto a cuatro chimpancés, un gorila llamado Dinah y un orangután llamado Dojung, fue exhibido bajo la denominación de "antiguo ancestro del ser humano". El Dr. William T. Hornaday, evolucionista y director del zoológico, pronunció largas disertaciones respecto a lo orgulloso que estaba de tener esa "forma transitoria" excepcional, a quien trataba como si se tratase de un animal cualquiera. Ota Benga no pudo soportar el trato que se le daba y eventualmente se suicidió(60).
El Hombre de Piltdown, el Hombre de Nebraska, Ota Benga… Estos auténticos escándalos demuestran que los científicos evolucionistas no vacilan en emplear cualquier tipo de método anticientífico para dar validez a su teoría. Al observar las otras "evidencias" de la leyenda de la "evolución humana" nos encontramos con una situación similar. Lo que tenemos es una fábula y un ejército de voluntarios dispuestos a intentar todo lo que haga falta para darle validez a la misma.