Distinguido hermano.
Si te digo que para Dios no existe lo imposible, no estaría dándote la respuesta lógica que anhela quien no conoce los secretos del Espíritu.
Testimonio del infinito poder de Dios
Te doy testimonio de los infinitos alcances del poder de Dios, por experiencias propias o eventos paranormales con que he sido favorecido.
En estudio espiritista su director dispuso que los médium se posaran en nutrido grupo delante de la puerta de salida, para cerrarme el paso, porque me quería retirar de la obra, por no estar de acuerdo con algunas prácticas. Sabía yo, que de allí saldría encandenado y conducido por el diablo a una prisión acusado de rebelión contra el Padre. (Días antes un ángel de mi Padre penetró al templo y me puso las palmas de las manos sobre el pecho y mientras empujaba mi alma hacia la puerta de salida., me dijo: !Ay! hermano...; ¿qué haces en este antro? Mi alma parecía una lámina de fino cartón, Se salía de mi cuerpo de manera sensible.) Aprendí por aquella extraña maniobra a hacer de mi cuerpo una aplanada y flexible lámina de cartón, y me escurrí de aquella siniestra habitación a los atrios. Se extrañaron de verme fuera del templo, estando la puerta cerrada.
Otra vez, mientras dormía profundamente, alguien me sacudía por los hombros, y me desperté. Vi al mismo ángel cerca de mi lecho, el cual me dijo, con rostro severo: !Despierta! !Despierta!, !Despierta! Y fue cuando empecé a leer y a escudriñar la palabra de Dios. Regresè a la Eucaristía. Es decir, a los atrios del Dios de mis lejanos antepasados; La Santísima Trinidad.
En otra ocasión el mismo ángel me sacó en espíritu de mi lecho y voló hasta el techo de una casa, y me dijo que lo imitase; le respondi que no podía hacerlo, porque carecia de alas. Me dijo, no las necesitas. Sólo da un saltito... Salté y caí mal sobre la canal de desague de las aguas lluvia, e iba a caerme con gran susto. Me dijo. Sólo has un esfuerzo y enderésate sobre la vertical. Lo hice y logré el equilibrio. Luego te voy a enseñar algo. Sígueme: Y desplegó sus alas como un gran cisne azul y levantó vuelo. Hice lo mismo y me puse a su lado. Volamos por maravillosos jardines y praderas, de colores vivísimos. Y en medio de la pradera habia un ceja de bosque, y él se apartó de mi para bordearlo. No pude seguirlo, y volé por la derecha hasta una hermosa ciudad. Las casa eran de una arquitectura maravillosa y picarezca, Pero no vi personas por lado alguno. estaban limpias y perfumdas las casas, pero deshabitadas.
Recibe mis sentimientos de consideración y aprecio.
Apolo.
Proverbios
No conocer a Dios no es pecado. Pero conocerlo y negarlo es una trampa en la que el cebo es el razonamiento.
Sólo quiero que cuando la gloria y la maestría sean contigo, sepas que yo hice el camino.